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Página 12 / Julio del 2013

La Pampa en una cajita 

Por Facundo Gari

Eduardo Pérez Winter dirige a Walter Jakob, Diego Cremonesi y Francisco Egido en esta sólida comedia dramática que, básicamente, cuenta una historia de amor con amor al teatro. (…) El trabajo de los actores es notable, una de las vigas de No soy un caballo. (…) La administración y la economía de la zona dramática, con el recurso de su expansión y/o contracción en el recorrido de la acción y la complicidad de las luces, a cargo de Adrián Grimozzi, es un acierto de la puesta, que además se vale de la intimidad, de la proximidad del público, ubicado mayormente en el lugar del establo en el que reposan los caballos…

 

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/10-29327-2013-07-23

Clarín / Julio del 2013

La imaginación al poder

por Gaspar Zimerman

Agradable sorpresa: en un PH de Montserrat se puede ver una gran obra, con grandes actores. No soy un caballo, de Eduardo Pérez Winter, lleva cuatro temporadas en cartel y está claro por qué: es teatro puro, sostenido por muy buenas actuaciones y un ingenio afilado para hacer virtud de la escasez. (…) La escenografía es ínfima, y esto es parte de la gracia de la obra: con muy pocos recursos, estamos instalados en plena pampa húmeda. Con sólo un abrir y cerrar de puertas, una mesa, algo de humo y poco más, el living-escenario de la casona se transforma en un casco de estancia, un establo habitado por un par de caballos, un campo con tanque australiano, una pulpería.(…) Una vez más, el teatro concreta una utopía: la imaginación al poder.  

 

clarin.com/espectaculos/teatro/imaginacion-poder_0_957504358

 

Diario El Día / Octubre del 2011

Cada uno busca su destino  

por Irene Bianchi

(…) No soy un caballo es una pieza en la que se dice mucho más de lo que expresan las palabras. Hay más subtextos que textos. Como en la vida misma. Hay gran teatralidad en la puesta, un interesante manejo del espacio y una inquietante puesta de luces. El espectador construye a la par, armando y desarmando escenas sobre la marcha: recorre con los personajes el camino al pueblo, entra a la pulpería, al establo, acaricia a los caballos. Todo lo sugerido se materializa como por arte de magia, se vuelve tangible. El vacío se preña de contenido. Todo el peso de la obra recae en la actuación, que resulta creíble y contundente. Hay toques de humor, tensión y dramatismo. Los diálogos son ágiles y el ritmo aceitado (…)  

 

eldia.com.ar/edis/20111013/cada-uno-buscadestino-espectaculos48

 

 

Revista Llegas / Mayo del 2011

No soy un caballo

por Mónica Bergman

 

(…) ¿Cómo hacer que lo visible se oculte, que sea desplazado? Éste es el gran desafío de la propuesta de Eduardo Pérez Winter. La actuación y el tratamiento del espacio construyen de manera constante el artificio. Las miradas, los gestos, las puertas que se abren a un lugar que no es el que percibimos; todo funciona desde el lugar del desvío. Es necesario deshabituar la vista de lo real, de lo evidente. La mirada de los actores esquiva y elude (…)  

 

revistallegas.com.ar/mayo11/notateatro3

 

 

Show Online / Mayo del 2011

No soy un caballo  

 

(…) El punto de partida es la amistad de tres hombres, que aunque tienen diferentes personalidades, profesiones y proyectos, tienen algo en común: sus recuerdos (…) Excelentes actuaciones, con una dirección clave por parte de Pérez Winter, ya que demuestra en cada cuadro la prolijidad y la marcación exacta, que los actores absorben, devolviendo una puesta impecable (…) Muy recomendable.  

 

showonline.com.ar/CriticaId.php?id=90 

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